En el capítulo nueve de Sirviendo a mi rival: Lucas sigue poniendo a prueba a Emma con exigencias absurdas: lavar su ropa a mano, limpiar su habitación y preparar su café a las 6:30 a.m. Aunque ella cumple, el café no le gusta. Cuando Emma se niega a repetirlo por no llegar tarde al colegio, Lucas le propone llevarla si lo hace bien. ¿Podrá confiar en su peor enemigo?