Cuando la pequeña hija de Julián Balcazar, Isabel, conoce a Emilia y declara firmemente que la quiere como su nueva mamá. Al principio, parece solo el deseo de una niña de ocho años, pero después resulta ser la mejor solución para los problemas de Julián. Él necesita una esposa para proteger lo que más ama de su codiciosa ex, su hija.
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- Parte 1: El deseo de la cumpleañera: Una fiesta de cumpleaños que entrelazan sus caminos
- Parte 2: Un trato que beneficia a dos: Vamos a fingir un matrimonio
- Parte 3: Una chef con una vida difícil: de huérfana a esposa de un multimillonario
- Parte 4: Conclusión
Parte 1: El deseo de la cumpleañera: Una fiesta de cumpleaños que entrelazan sus caminos
No hay niñera que resista

Al comienzo de esta historia, vemos al personal de la casa de Balcazar buscar desesperadamente por todos lados a la niña Isabel que de nuevo, está desaparecida.
Tal parece que a la pequeña le gusta escabullirse en secreto y hacer travesuras, volviendo locos a todos en esa mansión.
En otra escena, vemos a Julián Balcazar en medio de una negociación importante por teléfono, cuando se da cuenta de que su pequeña está bajo el escritorio.
Por esa razón no le queda más remedio que terminar con su llamada telefónica.
De vuelta en la sala, el personal no tiene idea de cómo le van a decir a su jefe que la pequeña desapareció justo antes de su fiesta de cumpleaños. Pero en eso, él aparece con ella en brazos.
Julián les pide disculpas por hacerlos pasar por tantas mortificaciones, prometiéndoles que pronto encontrará una niñera que se encargue de vigilar a Isabel, para que la sra Martínez pueda descansar un poco.
La simpática mujer con una sonrisa en los labios manifiesta su duda ante la promesa, pues hasta el momento, no han encontrado a una sola niñera que resista.
Isabel tiernamente no tarda en expresar, que ella no quiere una niñera, quiere una mamá.
Conforme el episodio avanza, vemos cómo todo está quedando listo para la celebración de los ocho años de Isabel y como era de esperarse es digna de la hija de un millonario.
Tal como lo expresa Samantha, la mejor amiga y compañera de Emilia Sánchez, la chef pastelera encargada del buffet de dulces y cosas deliciosas.
Quiero que ella sea mi mamá

Como buena pastelera, Emilia adora las celebraciones de cumpleaños, especialmente las infantiles. Ella es de esas personas que tiene ángel para los niños e Isabel no tardó en darse cuenta.
Resulta que lo que más le gusta a la chef es reunirse con los niños y darles un poquito de amor a través de sus deliciosos dulces. Por eso, cuando Isa la observa conviviendo con sus amiguitos queda hechizada.
En paralelo a eso, la pastelera ya había llamado la atención de Julián que la observa a lo lejos pensando que alguien está demasiado en contacto con su “niño interior”.
Esta tierna reflexión es interrumpida, por una mujer que aparece de la nada diciendo ser su cita a ciegas. Situación que lo pone muy incómodo y por eso, rápidamente la rechaza sin dudarlo.
Por otro lado, Emilia y Samantha se despiden mientras guardan sus cosas en el auto luego de finalizada su labor en la fiesta. El detalle es que ninguna se da cuenta de que llevan un polizón.
Antes de entrar a la pastelería Emilia le entrega un poco de la comida restante, a un buen hombre al que siempre ayuda, mostrándonos lo bondadosa y buena persona que es.
Mientras acomoda los exhibidores de pasteles, es sorprendida por una tierna niña a la que parece que el gato se le comió la lengua.
Juguetona, Emilia intenta adivinar su nombre mencionando los más feos y rebuscados que se le ocurren hasta que consigue hacer que confiese que es Isabel.
Cuando se da cuenta de que ese nombre es el mismo que el de la cumpleañera de la reciente fiesta, Emilia deduce que debió escabullirse en el auto. Por fortuna, el padre no demora en aparecer agitado.
Isabel se aferra a Emilia diciendo “Quiero que ella sea mi mamá”.
¿Cuál es la mejor razón para casarse?

El deseo de Isabel los deja en una posición un poco incómoda. La niña no pierde tiempo e intenta convencer a Emilia de casarse con su papá diciéndole que es rico.
Isabel muy seria le dice que si se casa con su padre, nunca más tendrá problemas de dinero, pues es millonario y nada le va a faltar.
Sin embargo, tiernamente Emilia le responde que el dinero no es motivo suficiente para casarse con alguien, que la razón más importante es estar muy enamorada de esa persona.
Además, le confiesa que ella se encuentra comprometida, así que tristemente no puede cumplir su deseo.
La forma en cómo la pastelera manejó la situación, deja a Julián cautivado y descolocado al mismo tiempo, porque jamás habría imaginado esa respuesta.
Posteriormente, vemos a Emilia en su departamento contando la anécdota a Samantha, quien no puede creer que le pasara todo eso.
Pero, lo que más llama la atención es que descubrimos que no está segura de su compromiso. Pues sus razones están más ligadas a lo que parece lógico y no a estar enamorada.
El capítulo avanza y nos muestran a Emilia entregando un pastel en la recepción de un compromiso. Tristemente, jamás imaginó lo que se venía, pues descubrió que su novio se iba a casar con su peor enemiga.
¿Qué pasará ahora?
Parte 2: Un trato que beneficia a dos: Vamos a fingir un matrimonio

La tierna Emilia se entera de la manera más cruel posible que su prometido lleva años siendo infiel, pero esa no es la peor parte, sino que lo ha hecho con su peor enemiga.
Así es, Nicolás estuvo saliendo con Olivia durante años, la chica que le hizo la vida imposible a Emilia desde la secundaria y que todavía en el presente la atormenta.
El muy cobarde pretendía casarse con las dos, pero cuando Olivia le exige decidir con cuál de las dos quedarse, sin dudarlo se queda con ella porque no soportaría ser pobre rompiendo el corazón de Emilia.
En ese momento, aparece Isabel de la nada para saludar a Emilia pues casualmente ya la había visto llegar. Olivia se enloquece y empieza a insultar a la niña.
Furiosa decide lanzarle el pastel encima a la pastelera. Esa fue la gota que rebasó el vaso que llevó a Emilia a darle su merecido. Pues resulta que pudo haber lastimado a Isabel con la estructura de alambre del pastel.
Nicolás intenta intervenir para defender a Olivia y en ese momento aparece Julián para poner orden y los expulsa del hotel.
Poco después, Julián y Emilia tienen una peculiar conversación.
El empresario le plantea a la pastelera fingir un matrimonio, un trato que los va a beneficiar a ambos pues el necesita a una esposa para quitarse a su madre de encima y ella podría darle una lección a su ex.
Al principio Emilia duda de ese plan maravilloso, sin embargo, no tarda mucho en aceptar la propuesta de Julián. Obviamente la más feliz con esa noticia fue Isabel.
Sin perder tiempo, formalizan su matrimonio y se advierten el uno al otro que no pueden enamorarse, ya que, Julián no cree en el amor.
¿Cuánto tardarán en hacerlo?
Parte 3: Una chef con una vida difícil: de huérfana a esposa de un multimillonario

Emilia perdió a sus padres cuando era apenas una niña, esa es la razón por la que creció en hogares temporales y fue discriminada por mucho tiempo.
De hecho, Olivia siempre se apoyó en su condición de huérfana para despreciarla y hacerle la vida imposible durante años.
Pese a todo eso, ella es una persona bondadosa y llena de luz que ha tenido una vida complicada, pero, aún conserva su sonrisa.
El fingir un matrimonio con un hombre tan rico como lo es Julián Balcazar, es complicado para ella, pues por haber crecido en ambientes tan austeros le resulta imposible derrochar dinero.
Por otro lado, por ser una chica sin apellido importante ni cuna de oro se ganó el desprecio de su suegra desde el minuto uno, quien la catalogó como cazafortunas.
Sin embargo, ella no se deja humillar por la clasista mujer poniendo un alto sin vacilar.
La principal razón por la que Julián quiere fingir un matrimonio, es su madre. La mujer vive organizando tediosas citas a ciegas con mujeres plásticas a quienes solo les interesa lo físico.
Por otro lado, también está el temor al regreso de Karla, la mamá biológica de Isabel, la mujer que le rompió el corazón y lo abandonó con una hija pequeña.
Él quiere evitar que cualquier juez considere que la niña no posee un hogar estable y abra la brecha para que Karla reclame la custodia de su hija para fastidiarlo.
Podríamos decir que la vida de Emilia mejoró cuando se casó con Julián, pero todavía tienen algunas dificultades que afrontar.
Parte 4: Conclusión

Esta tierna historia combina todos los elementos que nos gustan en una serie, posee romance, discordia, suspenso, humor y momentos únicos para disfrutar.
Esa es la razón de su popularidad entre el público, ya que sigue acumulando seguidores día con día.
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