Cuando el cáncer de la hermana menor de Katie empeora, ella se encuentra firmando un contrato para dar a luz al heredero de un misterioso multimillonario. Sin embargo, cuando demostrar su relación al abuelo del CEO resulta ser más difícil de lo esperado, Katie y el Sr. Brandt se encuentran acercándose, a pesar de la única regla del contrato: no enamorarse.