Películas con Estado de Ánimo Despertar sexual

Lucas nunca se imaginó que besaría a un príncipe, y mucho menos frente a toda la escuela. Lo que comenzó como una rivalidad y odio hacia el Príncipe Nicholas, pronto se convirtió en una amistad forzada y de ahí en algo más complicado. Cada mirada, cada roce de sus manos los acerca más... pero Nicholas tiene un dilema por su deber real y el cariño que ahora siente por el chico que una vez consideró su enemigo. Ninguno se atreve a decir la verdad hasta que ya no puede ocultarse más. ¿Podrá Nicholas cumplir con su deber real o caerá en las garras del amor?

Isabel solo quiere terminar su último año de universidad sin ser una perdedora sin amigos. Sin embargo, cuando su fiesta es interrumpida de repente por el mejor amigo de su papá y misterioso socio de negocios, Leonardo, se da cuenta de que habría preferido mil veces que la arrestara la policía. Leonardo, siempre en modo sobreprotector, se vuelve insoportable para Isabel, hasta que ella decide que él tiene que irse. Junto con su mejor amiga, idea la Operación Seducción: un plan para hacer que él se enamore de ella y así su papá lo expulse por sí mismo. Pero cada vez que la salva de algún problema, ella empieza a darse cuenta de que quizá siente algo por él después de todo.

Ellie vive una doble vida: estudiante de día y stripper enmascarada de noche. Cuando el atractivo Jackson Steele entre en el club, Ellie lo recibe como su nuevo cliente favorito. Pero, cuando Ellie se da cuenta de que Jackson es su profesor universitario, debe luchar contra la atracción que arde entre ellos. ¿Ellie podrá mantener su doble vida en secreto? ¿Y podrá continuar resistiéndose a su profesor, quien la ve bailar cada noche?

Harper Reeves solo quiere terminar su último año en Yale sin convertirse en una completa perdedora sin amigos. Pero cuando su fiesta es inesperadamente interrumpida por Chris Collins, el mejor amigo de su papá y su misterioso socio de negocios, Harper desearía que hubiera sido la policía quien la sorprendiera. Chris, siempre en modo sobreprotector, saca lo peor de ella… hasta que Harper decide que debe deshacerse de él. Con la ayuda de su mejor amiga María, idea la Operación Seducción: hará que Chris se enamore de ella para que su papá lo eche por sí mismo. Sin embargo, cada vez que Chris la rescata de algún problema, Harper empieza a preguntarse si no estará sintiendo algo real por él.

¿Qué pasa cuando una estudiante que dará su vientre en alquiler le propone a su cliente que deberían concebir el bebé a la antigua? Desesperada por salvar a su padre, Harper acepta llevar el bebé de Will Trenton, un multimillonario soltero e increíblemente sensual. Cuando se encuentran sus mundos y se desvanecen los límites, Harper se ve irresistiblemente atraída hacia Will. Pero muy en el fondo queda una pregunta: ¿sentirá Will lo mismo?

Shay Santos finalmente está lista para perder su virginidad, pero cuando intenta sorprender a su novio, ¡lo encuentra engañándola! Con el corazón roto, sale con su mejor amiga y jura acostarse con el primer chico que se le acerque… que resulta ser el poderoso Alfa Mal Haywood. Su atracción es instantánea, animal, y para un humano y un hombre lobo… prohibida. Pero ese no es el único problema: Mal está maldito, y si no marca a Shay como su pareja y la embaraza con su cachorro, ¡morirá!

Volví del más allá con un secreto: en mi vida pasada, elegí casarme con Andrés, mi amigo de infancia. Pero él nunca estuvo. El día que casi muero embarazada, se fue con su ex porque "tenía miedo en casa". Morimos mi bebé y yo... y él ni una lágrima. Esta vez, cuando mi mamá me preguntó si quería casarme con Andrés, dije que no. Elegí a su tío, el hombre que me amó en silencio, el que dejó más de cien cartas de amor escondidas con mi nombre. Esta vez... elegí distinto.

Tras planear con esmero unas vacaciones familiares y pagar de su propio bolsillo un ascenso a primera clase para todos, Julieta Suárez se enfrentó a una petición insólita justo antes del viaje: su esposo, Víctor García, le exigió cancelar los boletos de avión para viajar en un tren de 36 horas. ¿La razón? Quería que su amiga de la infancia, Azul Torres, los acompañara... y ocupara su lugar en primera clase. La suegra y la cuñada no solo apoyaron la decisión de Víctor, sino que también aprovecharon para menospreciar a Julieta con palabras hirientes. Al recordar todo lo que había hecho por esa familia: haber saldado una deuda de 500 mil dólares, asumir todas las tareas del hogar, mantenerlos económicamente y cuidar tanto de su suegra como de su cuñada, sintió como algo se rompía por dentro. Y aun así, no lo valoraban. De hecho, no ocultaban su favoritismo por Azul, insinuando incluso que preferirían verla como esposa de Víctor. Con el corazón helado, Julieta decidió que no toleraría más. Fingió acatar la decisión, pero en realidad ya tenía un plan: abandonó el equipaje de la familia, canceló las reservas de hotel y se fue sola de viaje. Cortó todo contacto, bloqueó a cada uno de ellos y se negó a seguir financiando los caprichos de la familia García. Cuando Víctor intentó amenazarla con el divorcio, ella le respondió con los papeles ya listos... y una lista de verdades: la casa, los gastos, todo salía de su bolsillo. Sin ella, no eran nada. Intentaron hacerla cambiar de opinión, pero Julieta se mantuvo firme. Entonces, la suegra cambió de estrategia y le dijo a su hijo que, si quería divorciarse, lo hiciera... pero asegurándose de dejarla sin nada. Querían sacarle hasta el último centavo. Pero no contaban con que Julieta ya iba un paso adelante: los echó de su casa sin titubeos. Tras el divorcio, Víctor se casó con Azul, pero la vida no resultó como esperaban. Julieta vendió la casa, recuperó el dinero, retomó su carrera y su libertad. Mientras tanto, los problemas no tardaron en acumularse en el nuevo hogar: el rendimiento escolar de Valentina García se desplomó, la suegra era maltratada por la familia de Azul... y, para colmo, el bebé de Azul resultó ser de otro hombre. Todo se vino abajo. Víctor, desesperado, quiso volver con Julieta, pero ella ya estaba lejos. Lejos de todo ese caos. Y mientras ellos se hundían en el desorden, Julieta, tranquila, tomaba su café y sonreía al ver desde lejos el desastre que había dejado atrás.